Borras y vuelves.
La historia de Sophie y Emily borrachas en la 5º avenida se ha quedado estancada.
El vagabundo de mi calle ya no me cuenta historias bonitas.
Otoño se ha marchado y ya no me sirve de musa y la chico parecido a él se fúe demasiado pronto.
Tokio se me queda muy grande y los curiosos encuentros del supermercado con aquel chico rubio se han quedado en rutina.
Te iba a contar algo pero se me ha olvidado.
Perdoname.
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